Ni el peor de mis presagios podía llegar a prever el desastre gastronómico vivido hoy en este restaurante sito en el Paseo Marítimo de Valencia. Me siento en la mesa sabiendo que dicho establecimiento abrió sus puertas de la mano de la Dirección del venerado Restaurante Levante. El resultado, nada que ver con las expectativas creadas, Unas croquetas de bogavante acompañadas de ajoaceite que fallaban por maridaje, textura, sabor y por la cantidad de perejil que rebosaba del plato. Una fritura variada de pescado realmente mala por lo 'refrito' de la fritura, servida con un gajo de limón seco y de nuevo acompañada del consabido perejil que todo lo enmascara, y como plato fuerte un 'arroz a banda', con sabor a arroz blanco hervido y ahogado en aceite.
¿Postre? No gracias, mi estómago ya no da para más sustos, que ya tengo una edad.
¡Camarero!, Por favor, tráigame la cuenta.
Puntuando el establecimiento.
Ambiente: 3/10
Calidad: 2/10
Servicio: 4/10
Total: 3,0 sobre 10
Un claro suspenso al Restaurante Castillo de Arena del Paseo Marítimo de Valencia, que si desea en el futuro llegar a ser un 'Levante Mar' tiene todavía un largo trabajo por hacer. Por ahora no pasa de ser uno de los Restaurantes de 'descartes' del Paseo Marítimo, aquellos que únicamente se llenan cuando ya no quedan otros sitios en los que comer.